Dormido sin calma.
Escribo una canción que habla de España.
De la gente dormida, tiene su alma.
De torpezas cometidas con su aliada, la ignorancia.
Sueños, que tal vez ni si quiera pudieron,
Soñar que todo ello pasara.
La gente buena lo será, por siempre,
Aunque se alejen un poco,
Tendrán su esencia en el alma.
La gente mala no podrá ser,
De otro proceder a un que intenten cambiar,
Poco o nada conseguirán en esta vida,
Sin duda serán deudas de otras existencias,
Y han de pasar por esa peculiar desgracia,
Sueño despierto, no hayo la calma,
Tal vez no encontré lo que tanto anhelaba,
El ruiseñor hoy ya no canta, se le rompió su corazón,
Al ver tanta y tanta desgracia.
Pero la luz continúa, todos tenemos la calma,
Pensar que paso, porque no alimente,
Yo mi hermosa y querida alma.
Tal vez el poeta no vio su linda mirada,
De ese amanecer que sin duda preparaba la calma,
Los vuelos de pájaros, que despertaban al alba,
Pensando, en el manjar, que encuentran cada día,
En su caminar, que a ellas las aguarda,
Hoy empezare con alegría, y resplandor,
Tal vez hoy llegue mi sosiego, si, a mi alma
Encuentre razones y amores,
Escondidos, guardados en mi alma.
Razones de ser, que habita en mi humilde morada.
Los sueños de niñez, que estaban ayer en mi alma
Respirare alegrías, con dulces miradas,
A ese hombre, renqueante por la dura escalada,
O a esa mujer que no sabe cómo alimentar su manada,
Sueños y sueños, que no son tales, son que hoy puedes despertar.
¡Si despierta, despierta ya tu alma…!