Mensaje recibido el día: | 13-06-2014 |
Aturdimiento.
Cogidos estábamos y en una planicie éramos llevados y abandonados, no dábamos crédito a lo que nos ocurría porque el destino nos había dado la espalda, era una traición equivocada lo que allí estaba ocurriendo.
Fuimos engañados, ultrajados y heridos, uno tras otro iba cayendo por errores y conflictos de nuestros superiores. Aquellos que por la patria entregaban su vida y orgullosos se sentían llevándose por delante cabezas de inocentes uno tras otro, eso no les importaba ni siquiera lo pensaban, seguían una y otra vez haciendo lo que ellos consideraban que tenían derecho.
Éramos niños que, desde nuestro nacimiento lo primero que ponían en nuestras manos era un arma, nos hacían sentirnos orgullosos de nuestro destino, y llevados como juguetes que se manejan por control así manejaban nuestra mente que solo conocía unas leyes dictadas por ellos, y sin control ni libertad de pensamientos éramos manejados, ¡que orgullosos nos sentíamos!, ¡qué ignorantes!
Esa era nuestra vida, niños sin infancia, sin amor, solo un amor infundado a la patria y a nuestros mayores comandantes, ese era nuestro orgullo.
Cuando marche, anduve muy perdido, todo ese odio ya había hecho mella en mi interior, y éramos tantos a la vez, que no disponíamos de mayores cosas de las que habíamos aprendido. Esas eran tan poco enriquecedoras que la ignorancia nos retuvo durante mucho tiempo, la luz que buscábamos no la hallábamos porque solo conocíamos la fuerza y el orgullo de nuestros mayores. No comprendíamos.
Aquello fue duro muy duro, hasta que pudimos salir de aquel aturdimiento y comenzar a sentir otra forma de ver y ser, no aquella que habíamos sido inculcados, eso hubo que sacarlo poco a poco de nuestro interior para poder ver y comprender que existía y existe otra forma de vida, de entereza y de amor.
¡Que poco amor tuvimos! Que pocas caricias de comprensión recibimos. Todo aquello ya paso, pero venir a mi mente me sigue causando dolor, y mucho más al ver y sentir como aún hay en la tierra continúan manejando a los niños, esos niños puros, pero manipulados llegan a poseer mucho odio y rencor en sus corazones.
Hermanos, luchar por la paz con paz, cuidar a los niños para crear hombres de bien, envueltos en amor y justicia sobre el bien y para el bien.
Todo hombre va construyendo al ser humano justo o lleno de odio, yo anhelo y lucho para que el mundo se renueve, para que el espíritu crezca, y hoy ya he aprendido que solo por el amor se enriquece el espíritu llevando paz y armonía.
Existe, muchos corazones endurecidos, esos que aun deben de batallar en su reforma. Pero poco a poco todo espíritu terminara amando, con un amor tan grande como el que aquí fuimos encontrando, al salir y comprender pues al principio no vimos.
No nos dejo ver la dureza de nuestro corazón. No dejar que os domine a vosotros y ser felices abriendo el alma al conocimiento del amor, solo así lograreis ser plenamente felices y lograreis hacer felices a todos los demás.
Gracias por vuestra escucha y amar, cuidar a los niños, modelarlos al amor para lograr un mundo más feliz y justo, os dejo con todo el amor que este espíritu encontró y la felicidad que ahora siento.
Trabajar por el bien y el amor.