Mensaje recibido el día: |
20-01-2014 |
Carta para un amigo.
Apreciado amigo: hoy te escribo esta carta con un solo propósito, es ayudarte y darte aliento en cada momento de tu vida, de esta vida que es la razón del buen sentir.
Hoy quiero que te sientas feliz, que camines con gran ímpetu y que vuelvas la vista atrás para aprender de los errores, pero, para sobre todo poder emendar y acariciar lo bueno de cada momento vivido.
Donde hubo error poner remedio y amor; pero sobre todo refuérzate en lo supremo del bien en el amor. Lucha sin maldad, aprende de todo y cada uno de los momentos, no dejes pasar nada porque todo es aprendizaje y buen hacer.
Hay una luz grande en fuerza y bien, esa no la desaproveches nunca, esfuérzate por tu crecimiento interior y sácale buen provecho, eso te dará la fuerza de aprender y no decaer jamás.
Hoy deseaba escribir una carta como quien escribe al corazón, a esa fuerza maravillosa que esta ahí en torno de cada uno. Las fuerzas se aflojan tantas veces, pero son las vuestras por falta de esperanza y fe, porque las que hay en el mundo espiritual se refuerza entorno a todos vosotros.
Días amargos y de dolor existen, esos no los podemos evitar pues son tareas de las que tenéis que asumir y aprender, solo os repito que dentro de ese decaimiento estamos dando ros aún mas fuerza que nunca para ayudaros.
Solo hay un propósito en vuestra existencia, y es vuestro propio aprendizaje, el hombre viejo que hay en vuestro interior debe morir para renacer fuerte y lleno de esplendor, de ahí ese hombre nuevo para la vida, ese hombre que renace como un ave fénix para ser diferente, fuerte y lleno de amor en luz.
Este es un mensaje, este es el propósito de todo buen espíritu, y de ahí la fuerza en amor y luz hacia vosotros para que seáis felices, y sobre todo vivir con fe y esperanza, haciendo brotar la paz de vuestro interior hacia los demás.
Deshaceros de viejos rencores u odios, esos que no sirven para nada, solo os paraliza vuestra alma y no os permite crecer. Es mucho más sencillo de lo que podáis ver, creer o imaginar.
Cogeros con esa fuerza de amor que poseéis, y sembrar buenas cosechas sin esperar nada a cambio solo el deseo de ver felices a los demás.
Tantas veces os repetís no tengo nada para dar, pero una buena sonrisa llena de comprensión y bondad es la mayor de las riquezas y no podéis imaginar el bien que llega a realizar.
Ser fuertes en los embates de la vida y ser bondadosos a la hora de amar y comprender.
Que la luz siempre ilumine vuestros corazones amando como desde el otro lado os amamos.
Fuerza y luz para todos.
La luz que os guía en el camino.