Collares

Collares.

En la distinción en este mundo hay dos tipos de collares, unos ahogan, otros muestran luz y belleza.

Desesperación existe por muchos lugares, y presionados por gobiernos egoístas llegan a llevar al ser humano a una situación de ahogo en una desesperación.

La vida tiene una gran belleza preparada hacia todos por igual, solo depende de la manipulación del hombre que por sus rangos o medallas impuestas por el mismo, sin preocuparle el hermano que tiene al lado, solo su propio interés, y para colmo de los colmos, nada le importa ese ahogo que pueda tener o sentir, todo lo contrario sigue presionando y ahogando.

De ahí esos collares impuestos por el hombre y solo por él.

Algunos poco brillan, y a pesar de esa fealdad otros los llevan con tanto rigor que poco les importa el valor de las cosas materiales, pues a pesar de todo solo lo espiritual encuentra tanta belleza.

Esas cadenas que solo crean maldad no son tantas veces puestas en el mismo lugar. Cerraremos puertas, abriremos corazones, repartiremos amor, pero solo depende de ti hermano de vosotros mismos colocar y llevar la cadena de luz y bondad.

Esos collares de los que aquí se habla son solo alógeno de un estado imaginario, pero tantas veces real a la vez. No dejar que el mal os guie y envuelva, y sobre todo no dejar que vuestro espíritu lo haga con los demás.

Hay collares hechos con luz propia donde va irradiando hacia los demás, collares que se multiplican para donarlos por donde se pasa, ofreciendo consuelos y alivio, repartiendo para liberar esas cargas, esas cadenas de opresión. Para poder ayudar y repartir justamente el pan de cada día.

Solo hay una fuerza en luz viva hecha y creada por amor puro, esa fuerza repartirla sin medida, porque muchos hermanos esta ahogándose en este mundo tan injusto, por la fuerza del egoísmo del propio hombre.

No dejar de amar, no dejar de caminar, no dejar de luchar por el amor en el bien.

Hasta pronto hermanos crecer en luz y la luz os liberara.