Hay veces en que sentimos que se está produciendo un gran cambio en nuestro interior. Percibimos que estamos transformando nuestra forma de ser, de pensar. Y cuando llega el momento de salir de nuestra crisálida (como lo hace toda mariposa) nos sorprendemos, de lo cambiados que estamos y de ver que el resultado de todo ese esfuerzo, no es el que creíamos que iba a ser, sino algo totalmente diferente y grandioso.
«Nuestra transformación interna nos puede sorprender»