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12-01-2014 |
Determinación profunda.
Hay un lugar, hay un estado, hay un pueblo, hay un almacén, hay lugares y lugares, todos son diferentes y todos se entrelazan. Lugares donde siempre hubo paz, y lugares donde nunca la hubo. ¿Por qué esta determinación de las cosas? De cada cosa.
Algunas veces se determinaron que había sitios especiales, otras que nunca los hubo, ¿Por qué? Esa pregunta persiste una y otra vez en el interior de muchos espíritus que sin saber la respuesta se la formulan, pero también otros incluso desconocen la pregunta porque nunca hubo curiosidad de saber.
Todos y cada cual en el fondo de su interior tienen preguntas que desconocen y ni siquiera aún se han propuesto preguntarse, son escalas profundas que no se saben definir porque no ha llegado el momento de comprender la respuesta otorgada a ese saber o conocimiento.
La raza humana está demasiado primitiva aún en algunos lugares, eso no demuestra ni quiere decir que sus espíritus no estén preparados, si lo están, pero la escala evolutiva fue creada para mucho más, de la cual no ha llegado el momento pero llegará.
Todo es bueno y nada se paraliza, todo es malo según cada uno lo interprete, ese es el valor de las cosas y ese es un gran motivo. Nada se pierde, nada se apaga, nada está en un mal error. Todo camina y todo se adquiere, es un progreso simple y complicado a la vez según la percepción de vuestras miras.
En el camino de Cristo nada fue sencillo, todo era fácil y complicado a la vez, el tiempo definió muchas cosas a pesar de que el hombre como espíritu retraso otras tantas, ¿Cómo definir? Ay circunstancias y proyectos interiores difíciles de definir e incomprensibles a la vez. Son historias de cada uno y ligadas a la vez a través de circunstancias y tiempo, en el tiempo y espacio.
Cada cual aprende individual, pero cada uno siempre está unido a los demás, de ahí el progreso del hombre como hombre y espíritu, sin olvidar la pura esencia de la que habéis sido creados. Esto nunca debe de ser apartado de vuestras mentes porque de ello es gran parte de vuestra propia evolución.
Cada uno dais y demostráis la belleza de fuerza creada en puro y gran amor, y a cada uno se os da la gran fortuna de aprender, crecer y evolucionar.
Como grandes encuentros sois llevados en masa a diferentes lugares, de los que, os da la gran oportunidad de aprender y crecer. Ese crecimiento es constante aunque dormidos pasáis la mayor parte del tiempo.
Hemos venido aprender, y hemos venido a enseñar, esa es una gran tarea para realizar de la cual se ha de llegar a la gran meta que preparada esta para cada uno.
Mis hermanos, mis grandes y pequeños hermanos, todos sois iguales ante el Dios Supremo y todos recibiréis por igual la gran y merecida etapa a la que debéis llegar. El tiempo no importa, lo importante es lograrlo, pero para eso necesitáis una gran fe y esperanza de la que sois portadores sin apenas daros cuenta.
Desde el otro lado os amamos y cuidamos con infinito amor, no desaprovechar las oportunidades, crecer y amar, porque solo el amor es el gran compañero de viaje del que nunca debéis de desprenderos, porque el os ayudara en este peregrinaje que es la evolución del espíritu.