El bálsamo del amor

El bálsamo del amor.

Penas y llantos, dolor en el alma, rechinar del tiempo partido en dos momentos.

Lagunas encerradas en un escrito llevado entre la luz y la oscuridad. ¡Amor! ¡Infinito amor! Que rompes barreras, que encadenan a los hombres guiados en el tiempo, llevado su espíritu a una condena de perjuicio contra su propia voluntad, muchas veces, la mayoría de veces.

Pero todo es ley divina, ley universal que el hombre en su torpeza pocas veces comprende.

El amor toca la llaga y es bálsamo aquí,  ahora, y en todo los tiempos. Es luz de esperanza, es el verdadero consuelo.

El ser humano, el espíritu eterno esta llamado y hecho con puro amor, creado de esa pura esencia y  esto los hombres apenas llegáis a saborear, a distinguir, a amar con total pureza.

Yo y todos los espíritus venimos solo con un propósito que es ayudaros a todos los hermanos por igual, dando ros muchas veces este bálsamo para que podáis seguir caminando, pero tantas veces obstinados en vuestras faltas apenas lo distinguís ni notáis.

Ese consuelo, ese bálsamo, ese alimento esta hecho solo de puro amor y es el que nos permite y os permite mejorar, crecer.

La sabiduría es ganada poco a poco, pero tantas veces repetís, yo no soy sabio. No vengo hablaros de esa sabiduría, sino de la que se adquiere a través de un conocimiento que lleva el espíritu ganado a través de su propia bondad, de su propio amor por la luz en el bien.

Hermanos esas penas y llantos de las que os hablo al principio de este escrito, son secuelas de un pasado, de un conocimiento, de un mejoramiento hacia la luz.

No dejaros envolver en el mal, no dejaros atrapar por la injusticia, tantas veces son vuestras propias faltas. Debéis de aprender a caminar hacia la luz, llevando ese conocimiento que solo lo da el amor y la comprensión.

No olvidar esa frase de nuestro hermano mayor. Solo de amor vive el hombre.

Que la luz os guie a caminar os muestre el camino de la verdadera felicidad.

Paz y amor