Mensaje recibido el día: |
11-02-2014 |
El clarin de la voz.
Y llegando a una ciudad llamada Galilea se escucho hablar de nuestro amado Jesús; las razones y el porqué de sus enseñanzas, el calvario vivido por El.
Eran hombres endurecidos pero tiernos dentro de sus interiores, aquella llama de dolor sufrido había hecho mella en sus corazones, deseaban retornar, a aquel encuentro vivido por ellos en un pasado lleno de dolor y llanto, pero esplendorosa felicidad de amor y esperanza.
Llegamos cansados, pero recibimos grandes ayudas por todos los rincones de aquella ciudad, en donde hombres ocultos por el temor pregonaban el evangelio, oculto en sus memorias. Eran tiempos duros, muy duros, pero a la vez muy bellos. Aquéllas palabras salían de los corazones de aquellos hombres de paz, y buenos propósitos.
Las tardes caían y las sombras de la noche se acercaban, no éramos conscientes de las horas que pasaban, solo respirábamos viviendo una atmósfera de dolor y llanto pero emocionados sentíamos aquellas vivencias, aquellos recuerdos de aquellos hombres. Volaba nuestra alma como el vuelo de un gran pájaro, que envuelto en alas blancas se dejaba llevar.
Aquellas voces llenas de tanto amor, encendían nuestros corazones llenos de una gran fuerza. Era la primera vez que vivíamos de tanto recuerdos, transmitidos con tanto anhelo y bondad.
Hoy hermanos muchos de aquellos hombres siguen entre vosotros, recordando experiencias vividas, luchando por aquellas palabras de amor, paz y consuelo, llevada hacia todos los hombres. Es un clarín de voz para recordar y ayudar a tantos hermanos, la clara luz del porvenir para el espíritu.
Aquellas voces que lucharon para llevar la Buena Nueva siguen llevándola de un lugar a otro, siguen llevando mensajes de luz por y para el bien de la humanidad, siguen luchando y amando desde un plano y otro, solo desean el bien, el progreso, y el amor sin medida hacia todos por igual.
Son las voces del amor, la luz y las esperanzas de todo espíritu encarnado o desencarnado, solo esas voces que a veces no escucháis pero sentís dentro de vuestro corazón, están ahí siempre para que podamos continuar la labor que ellos comenzaron, aquella que escucharon del divino maestro Jesús y que perduran en lo más infinito de los tiempos, porque están hechas de amor por el bien y para el bien.
Son voces que perduraran por siempre y para siempre, están ahí, permite a tu corazón escucharlas y ponlas en acción hacia todos los demás. No apaguéis la voz del alma ni dejéis de dar y escuchar el clarín de voz en vuestro corazón.
Siempre la luz os guie en este camino, y que la voz del amor escuchéis y deis.
Paz y amor para todos.