El por qué y para que.
Cuantas veces os hacéis la misma pregunta, una y otra vez, a veces encontráis respuestas si en ese momento estáis preparados para recibir y aceptar, otras muchas veces, la mayoría, os perdéis en un obsoleto innecesario pero fugaz ante el tiempo y espacio.
Son preguntas muchas veces del estado interior de vuestro ser sin poder hallar respuestas verdaderas, porque muchas veces, la mayoría de ellas no estáis preparados ni hallaríais consuelo a vuestra desesperación ya que la respuesta no sería la esperada.
Esto ocurre muchas veces y es por eso que los espíritus no podemos darlas ni ayudaros en algunas ocasiones, son etapas que debe pasar el espíritu en su crecimiento, esto no deja ni por un instante de ser innecesario para vosotros, pues es así simplemente y de ello hallareis otras respuestas u otros caminos más fructíferos para vuestro progreso de crecimiento.
Las barreras decaen muchas veces si estáis atentos y confiados, el proceso es mucho más simple y sencillo a simple vista de lo que vosotros podáis preparar pues la luz del entorno muchas veces pisa el proceso del camino y del entendimiento, pero a penas lo veis o distinguís produciendo en vosotros angustias perdidas e innecesarias.
Angustias muy humanas os hacen estancar y ya va llegando el momento del proceso de despertar y avanzar.
Simple y tierno, suave y amoroso, sutil y envolvente, declinable pero fugaz, así como la brisa en el tiempo lleva calma, paz y consuelo, solo saber poner en ese momento las cosas cada una en su lugar pues cada cosa tiene su verdadero sitio, o lugar, lo importante es la fe puesta sobre un gran equilibrio.
Todas las preguntas que vienen a la mente produciendo angustias innecesarias todo los problemas tienen una solución y con calma, paz y libertad de espíritu se van encontrando grandes respuestas que con el tiempo son puestas en el beneficio de vuestro espíritu si de ellas fue puesto ese gran sentimiento que es el amor.
Porque cuando se antepone el amor todo lo demás se disuelve encontrando soluciones a aquello que era tan duro de comprender, es el tiempo hermanos el que pone cada cosa en su lugar y cuando hubo mucho amor el beneficio de la cosecha lleno de felicidad la plenitud del espíritu.
Queda mucho por aprender y crecer, pero en el camino están las respuestas y el crecimiento. Ser felices plenamente pues estáis hechos para serlos, de ahí el trabajo bien realizado os dará la fortaleza para continuar con esta gran labor que es la vida.
Disfrutarla por muy dura que sea, saborearla cada momento siempre en el bien para que os aporte paz y luz.
Hasta siempre hermanos quedar un paz.
8 – 6 – 2015