Mensaje recibido el día: 26-03-2014
El sentir del alma.
Como una ola irrumpe en la mar, atraída con fuerza a otras muchas, golpeando sin cesar las rocas, desafiando a la naturaleza, con esa fuerza una y otra vez.
Luego llega la calma, esa calma, de ese mar tranquilo, que ya no recuerda ni existe aquella furia que desatada antes hubo.
Tantas veces así se siente el alma enfurecida y llena de rabia con dolor, pero tantas otras, tranquila llena de esa calma y paz.
Tantas veces vencida de tormentos y dolores, a veces innecesarios, otras tormentos de dolor injustos e injustificables, pero siempre llega la paz, ese bálsamo de entrega infinita en dolencias del alma, que apaciguadas y entregadas derraman luz y entrega a un amor por doquier tantas veces comprendido e incomprendido según vuestra razón de ser o haber.
Todo son conocimientos de un estado muchas veces poco coherente a la razón del ser o momento vivido, otras son razones ocultas pero poco definidas puesto que guardadas en el interior desatan tantas veces la ira con la fuerza de un volcán.
Esos sentimientos deben de ser trabajados y elaborados hacia un buen fin. Pues tantas veces esos sentimientos terminan en dolencias del alma. Él amor es la llave sublime de todo, pero para llegar a ella hay mucho trabajo por delante a realizar.
¿Cómo tantas veces nos preguntamos? Y otras tantas la respuesta recibida no la queremos asumir. Cada espíritu tiene unas ideas, sentimientos y deseos diferentes, como diferentes profundidades de ver o sentir las cosas, eso hace tantas veces la diferencia de entendimiento entre los seres humanos, pero también entre los espíritus a pesar de tener otros conocimientos.
Esto hace tantas veces no poder avanzar en ciertos momentos o relación, ya que cada uno ve y siente con diferencia. ¿Cómo llegar a comprender sin dañar el alma del otro? Siempre se os ha dicho que comprendáis y que améis por encima de todo, pero para eso siempre es necesario ese trabajo interior del cual todos necesitamos.
Amar por encima de todo, comprender también, pero mucho más que todo eso es el crecimiento personal, puesto que será el que os hará llegar a ese estado de calma y sosiego para poder amar y comprender, para poder ser ese mar en calma donde todos al mirar puedan sentir y percibir esa paz.
Esa paz del alma, ese sentir en el corazón, solo así se respirara la felicidad y se abandonara el rencor o malestar que se haya podido sentir, para poder trabajar y construir la luz en el bien.
El odio y el mal, cuesta arrancar, pero solo depende de cada uno alimentar o arrancar para que el alma pueda respirar en plenitud.
Hasta siempre hermanos quedar en paz.