Una Campana.
Los sueños se funden, las ilusiones se apagan, los viejos hábitos se van y en el silencio se difuminó una campana.
En los sueños se perdió el sonido que en la noche se escuchaba. En la mañana se apagó toda la esperanza. Fueron noches tardías pero llenas de esperanza y apagadas. En el alba fructífero la palabra.
Aquella noche de tus sueños que buscas y no hayas, pero sales al encuentro y retornas de esa tu palabra. Una y otra vez vuelves a soñar con tu esperanza, siempre que la dejes dormida ella retorna una y otra vez a tu lado, siempre.
Hubo una noche de esas que no, no, nunca se apagan, son distintas para el alma, porque suena, suena y resuena aquella esperanza que dejaste dormida en la almohada, pero recuerda que nada, nada vuelve por acaso.
Todo vuelve y te lleva a retornar aquello que dejaste dormido y en el tiempo y espacio vuelven a recordar, solo tu hermano debes de mostrar aquello que te pertenece y has de llevar, los demás solo ellos lo hallaran, pero en tu camino solo tú vas lo demás son campanas de libertad que siempre han de sonar.
Cuando se retorna se vuelve a recordar todo aquello que en tu vida dejaste para los demás, sin apenas distinguir la poca libertad que en tus manos posaste para poder ayudar, eso hermano has de trabajar pues los caminos son la libertad.
Con amor y luz.