Mensaje recibido el día: |
12-03-2013 |
La espera.
Muchos hermanos recogidos en el monte esperaban el momento propicio para la llegada de aquella energía que de lo alto era enviada.
Sonaban trompetas al unísono, y todos a una elevaban canticos llenos de sabiduría y bondad. Eran momentos muy especiales, momentos de una gran alegría y mucha paz dentro de nuestro interior.
La noche era clara y oscura a la vez, pero desde lo alto se ilumino la luz de la fuerza, donde todos quedamos maravillados y transformados.
Era la gran y única oportunidad que nos estaban brindando, y con paz y serenidad debíamos recoger, esa fuerza de luz que transformaba nuestros pensamientos hacia el bien.
Queríamos mostrar al mundo esa luz, y para eso debíamos asumir muchas responsabilidades, pero eso no nos importaba puesto que sabíamos que no estábamos solos, nunca lo íbamos a estar.
En las grandes batallas de la vida volvería a nosotros esa gran luz de ayuda y fuerza, para continuar la tarea emprendida había que construir esperanza y amor, fe y caridad, a toda esa gran humanidad que solo vivían para sí, y encerrados en su propia batalla sin mirar nada más que el gran egoísmo.
Caminábamos sin saber el lugar ni la dirección, solo el bien nos llevaba a la gran aventura, pero esa aventura también estaba llena de muchas espinas. Ya nos habían preparado, pues para eso fue esa gran espera de fuerza y luz, para poder afrontar los pesares de la gran prueba.
Hoy en día, muchos camináis ciegos, sin abrir los sentidos a esa fuerza de energía en el bien que os viene en cada momento de lo alto. Todos sois amados por igual, pero son pocos los que las perciben para ponerla en acción.
No esperéis sueños de luz inalcanzables para el egoísmo u orgullo. Pensar en el bien, y el bien llegara por añadidura.
Aquella espera fue bella, aquella batalla fue ganada dentro del interior de cada uno, esa es la gran batalla para ganar y vencer nuestros egoísmos y faltas, que no nos deja ver más allá del orgullo.
Hermanos hoy tengo la oportunidad de poder transmitiros fuerza y fe, en la enseñanza del bien basada en el amor y la comprensión.
Tener fe y esperanza, no la perdáis nunca, trabajar en el bien y el bien llegara.
Paz, amor y luz para todos.