|
Mensaje recibido el día: |
04-07-2012 |
El resplandor.
Una suave brisa llego, acariciando tu rostro desencajado de tanto sufrimiento vivido hasta ese mismo momento. Todo quedo frío, desencajado y ausente.
Era una tarde fría de mucho sufrimiento, pues cuando la razón se nubla el entendimiento desaparece.
Llevábamos escondidos en aquel lugar varios días, y sin saber porque, ni como había sucedido, todo cambio y se transformó como una suave luz que aparece, como un resplandor de fuerza y energía, cambiando en un instante todo el rumbo de aquella tarde.
No sé, qué ocurrió exactamente, solo sé, que las nubes del entorno desaparecieron para brindarnos aquella pequeña esperanza tan necesitada para todos en aquel pequeño instante.
Aquel resplandor nos lleno de sabia luz, en donde todo se armonizaba y el dolor desaparecía, poco a poco, fue por momentos, en los que yo confiaba en todo lo que allí estaba ocurriendo.
Llegábamos exhaustos, provocando en nosotros pequeñas puertas abiertas a la luz, a la flor abierta al amor.
No se definir lo que realmente sentimos, no sé como transmitir la fe, armonía y amor sentidos en aquel lugar, en aquel preciso momento. Fue una renovación de amor…
Nos sentíamos envueltos en aquel resplandor, que ignorábamos que estaba ocurriendo, todo fue rápido pero bello.
El dolor se había transformado, la esperanza broto y el recuerdo de lo vivido fue pasando por delante dejando secuelas inolvidables de experiencias vividas.
En aquel instante comprendimos tantas cosas, tantos valores dejados pasar, toda una vida de luchas y experiencias, algunas desaprovechadas. Nos fuimos en masa, el porqué eran cosas car micas de un pasado lejano.
Fuerzas renovadoras llegaron hacia nosotros, y aquel resplandor nos lleno de vida.
Hoy hermanos vengo a daros luz a vuestras vidas, vengo a transmitir la fe y esperanza en todo momento y dificultad, todo son pruebas de crecimiento todo son puertas abiertas al progreso de vuestro espíritu.
No tengáis temor nunca, confiar y amar, nunca hay un acaso todo tiene un porqué, y sobre todo nunca estáis abandonados.
Ese resplandor siempre está ahí, pero ciegos por los egoísmos del mundo no veis.
Con todo el amor y respeto os lleno de fuerza y aprendizaje en este relato, y doy gracias por permitirme que así sea. Paz y amor para todos.
La luz que siempre os guiara en el camino es la luz del futuro, vuestro futuro.