Mi vivencia personal:
Hace poco, comencé a dejar expandir mi consciencia. Darme permiso a no dudar de mis experiencias. No temer las cosas que no comprendo… Intentar dejar de dudar…
Complicado, ya que nosotros mismos alimentamos nuestros propios miedos y cuando bajamos a una vibración que no está dentro de nuestro equilibrio, las bajas energías, los bajos pensamientos (los bajos espíritus) todos ellos vienen con nosotros a acompañarnos, a dejar que sigamos hundiéndonos. Y como en todo momento somos libres de pensar y hacer lo que queremos, entonces, también somos libres al caer en esas vibraciones, a dejarnos llevar por esos sentimientos. A dejarnos seguir experimentando ese mal estar. Todo es libre albedrio.
Bajamos a lo más profundo de nuestro ser y nos unimos a otras vibraciones de sufrimiento. No nos damos cuenta que todo está en nuestra mano. Salgamos de esa vibración. Decidamos dejar de experimentar el dolor y el mal estar. Démonos premiso para subir a lo más alto, para experimentar el amor. Pero no ese amor filosófico. No ese amor que pensamos que es el de un ser enamorado de otro ser.
Todavía no conocemos la esencia del todo. El amor en potencia. Y todavía no lo conocemos porque no estamos preparados. Porque ni siquiera nuestro propio cuerpo (de humano) podría soportarlo. Por eso, el avance de la humanidad debe ser tan lento y su elevación paso a paso.
En mi experiencia personal, de camino hacia la fuente (la cual soy consciente que todavía no estoy preparada para alcanzar) he de decir, que la experiencia hacia esa energía de amor fue muy elevada. Los sentimientos envuelven totalmente a la persona. No hay límite. He de confesar que llore tanto… me envolvía tanto amor. Pero no era un lloro de tristeza o alegría.
Es una vibración tan elevada, que no encuentras otra manera de sacarla hacia el exterior.
No soy consciente de que podríamos hacer con esa energía, ni cómo utilizarla… Pero, cuando utilizas esa vibración, tu cabeza se resiente de ello.
Después de la experiencia un dolor de cabeza me persiguió varios días.
Todavía me queda mucho por andar, mucho por descubrir y disfrutar… pero me encuentro feliz. Sé que voy en camino. Que estoy experimentando una nueva ruta y un nuevo despertar. Sé que van a seguir habiendo obstáculos en el día a día, que son los que nos bajan a la tierra y nos hacen evolucionar. Espero ir pasando poco a poco cada prueba de la mejor manera…
Kalisa.