Hermanos, hermanos quien de vosotros no ha soñado alguna vez con un mundo mejor, quien no ha sido testigo de injusticias, duros golpes y grandes multitud de violencias ajenas, duros terremotos acompañados con grandes destrucciones, quien de vosotros no le ha dolido esa injusticias de grandes bosques quemados o grandes tormentas arrasando vidas y todo lo que se lleva por delante, muchos sueños caídos y destrozados, muchas ilusiones perdidas, quien de vosotros no ha vivido grandes injusticias dentro de su propia vida. ¡ahí hermanos! Podríamos repetir una y otra vez que ocurre ¿Por qué? grande pregunta que alguna vez os habéis hecho.
Mis queridos hermanos, nosotros también anhelamos ese mundo lleno de perfección, también luchamos por el todos y cada uno de los días que van transcurriendo. Muchas veces, la mayoría de veces, ignoramos el porqué, tenemos una vaga idea, pero ignoramos aun bastantes otras.
El proyecto del hombre es avanzar, crecer y mejorar y ese es el gran motivo de vuestra existencia aquí en la tierra. Desconocéis muchas cosas, e ignoráis por qué, pero también sabéis y distinguís otras muchas.
No hay mayor motivo de crecimiento que el amor y ahí dejaría de ocurrir tantas y tantas cosas.
Estáis aprendiendo pues para eso habéis venido, tenéis muchas tentaciones, pero también poseéis el conocimiento para actuar y para lograr superar otras actitudes. Confiar en la perfección y usar el descernimiento en cada situación, es simple y ordenado, todo lo bueno o malo se recibe según lo dado y si no es ahora será en el momento adecuado, solo tenéis que trabajar con corazón y poder actuar con benevolencia y seriedad en cada acto de vuestra existencia.
Lograr un mundo perfecto en una tarea muy laboriosa y la mayor actitud a realizar es amar. El egoísmo es el mayor enemigo, tratar de ver las cosas bajo la perspectiva del amor y soñar.
Para lograr ese mundo soñado poner corazón y amor en vuestras manos.
2 – 10 – 2019
Templanza