ESCUELA DE LA VIDA (13/11/2019)
Siempre estamos apuntados, somos alumnos de una gran escuela, en la que hay muchísima gente en danza con ella.
Es un aula llena de emociones, ajustes, desajustes, amores, desamores, preocupaciones, alegrías, despedidas, bienvenidas, en fin una escuela llena de sabores e sinsabores.
Lo raro es que vamos aprendiendo y nos damos cuenta, lo que es malo y bueno, en el día a día, lo que nos hace felices o infelices,” tanto en el lado de la razón o en el lado del corazón”.
Por qué no somos capaces de comprender y ver las cosas, porque volvemos a tropezar con la misma piedra y sobre todo porque no buscamos lo que realmente nos hace felices.
La felicidad no es un estado regalado, es un sinfín de buenos propósitos que llenamos en la vida y cuando estamos plenos encontramos esa felicidad.
Por qué no dejamos ya de una vez por todas, esos errores que cometemos y volvemos a cometer por simples cuestiones de seguimiento y apego.
Nos cuesta mucho dejar algo que nos hace daño, buscamos la excusa, es que como lo hago siempre, o de algo hay que morir, o el cuerpo es sabio por eso me pide esta o aquella cosa. Y en verdad es sabio y cuando esté lleno de veneno, estallara…con un ictus, algún cáncer o en alguna otra enfermedad o incluso la propia muerte.
Y si todos sabemos lo que es bueno y malo, lo dejamos para mañana, mañana, Mañana nunca llega y cuando llego ya no hay solución.
Nadie es mejor que nadie es más consciente o menos consciente. Seguro está en que todos tenemos que partir pero no provocarlo nosotros con nuestra imperfección y malos hábitos.
En la lucha por el bien os invito a una reflexión, que tengo, que voy dando y que siembro para recoger lo que yo quiero, siembro melones, no recoger fresas no tendré fresas tendré melones si los cuido serán más dulces.
En esta escuela de la vida yo hago una pequeña observación. : Nos dan el pan… la mezcla, que quiero me la he de buscar, muy bien, para mi yo…