El ruego

El ruego.

Amaneciendo enturbias sueños que dormidos en el mañana aún conserváis, la noche fue dura y lenta a la vez sin saber ocultar la realidad, una realidad que aun dormida no encuentra su despertar.

Sabanas blancas adormecidas en sueños profundos, anhelos pasados y pasajeros entre el hoy y el mañana.

Nubes adormecen y estorban dejando dudas oscuras en vuestras mentes.

 Claridad profunda de un mañana inesperado en la tarde no muy lejana.

Hoy y siempre vuelven las dudas entre cantos y ruegos, mañana se volverá a encender la llama perdida en el ayer.

¿Cuántos sufrimientos, cuantos anhelos? preguntas sin respuestas de un mañana no muy lejano.

Dudas, temores y ruegos de un ayer, de un mañana.

Volver una y otra vez para encontrar la voz del alma, que siempre adormecida busca y contempla los anhelos de un mañana, de un ayer, pero de un hoy ¡Cuánto dolor aún!

Hermanos que alcanzáis la luz de los sueños, la luz del ayer, la luz  de la esperanza. ¿Cuando llega ese día os preguntáis?

El mañana está por escribir, el pasado borro sueños que aún estaban perdidos, hoy brota esperanzas y la luz deja ver claridades.

Cuanta pena siente un alma, que adormecida camina siempre deprisa sin apenas saborear la cierta medida de luz y amor que debe repartir en la tierra.

Camina hermano camina erguido y sueña alcanzar esa estrella de esperanza, para poder caminar. La luz se reparte siempre por igual; de ti hermano es ese momento para alcanzar.

Sueña, vive, pero ten siempre fe en todo lo bueno.