La palabra

La palabra

La palabra, muchas veces veneno salido de la boca para hacer mal. La palabra bella, ennoblece y ayuda cuando con ternura es hablada.

Pero esas mismas palabras que a veces enturbian los corazones de mentes muchas veces maligna, donde solo existe el rencor o la rabia.

La palabra salida desde dentro del interior con dulzura y bondad, puede causar mucho, el bien hacia todas las personas que es enviada. Jesús ya lo dijo, lo que sale por la boca del corazón viene.

Cada palabra debe de transmitir un encanto especial hacia vuestros hermanos, para que a través de ella, puedan encontrar muchas veces la alegría y la paz.

Cuando los hermanos que cada día estén a vuestro lado, debéis mirar con atención vuestras palabras, y cuando sean duras las de ellos, intentar elevar vuestros sentimientos hacia una gran moral para que no seáis dañados.

Nunca tener esas palabras duras en vuestro interior, apartarlas y transformarlas. Hay una frase que dice. “No son las palabras las que hieren, si no las que se toman a mal”.

Hay personas muy sensibles que la palabra dañina causa un mal en su estado anímico. Pero de ahí el trabajo interior para perdonar, comprender y seguir el camino de lo correcto.

Elevar siempre el pensamiento hacia nuestro Padre, para que del corazón brote la ternura, el amor, la bondad y la comprensión. Todas esas virtudes poder transmitir a través de vuestra palabra, para ir logrando un mundo mucho mejor.

Siempre recordar que solo os puede hacer daño lo que dejáis entrar dentro de vosotros y para eso debéis ir evolucionando poco a poco, entonces vuestro escudo será vuestra moral.

Sentiréis dolor, pero ya no por vosotros sino por vuestros hermanos que encerrados en sus equivocaciones no ven más allá. Con paz y amor, os envió la palabra para que llene vuestro corazón; comprensión.