La práctica del bien

La práctica del bien.

Si escuchaseis la voz que de lo alto siempre os habla actuaríais de distinta forma. Cada acción, cada palabra, situación o momento; meditaseis, encontraríais la solución a ese momento y situación.

Esa voz interior pura, que muchas veces no queréis oír, esa voz os enseña mucho más que muchos maestros traídos para aprender.

Esa voz pura, limpia, renovadora, donde solo es la portadora del bien y para el bien, renueva el corazón y hace al ser humano en espíritu del bien.

Renovadora, limpiando impurezas, marchita el alma que envejecida por angustias y dolores karmicos desea morir para renacer en la sabiduría del entendimiento, en la práctica solo del bien.

Esa voz de tu interior impregnada en amor, pero atrapada y escondida habita en espíritus adormecidos en el bien, pero vivaces en el mal. Practicar el bien con sabiduría, respeto, amor.

Luchar con fuerzas renovadoras del interior, en donde solo el perdón pueda ser fuente de luz renovando la paz interior del corazón.

La voz que os habla, os lleva por los caminos del bien y os hace renovar vuestro espíritu hacia las grandes esferas de la evolución. Cada problema, cada momento, cada situación, hacer esa parada para escuchar la voz del bien.

Ponerla en práctica, siempre os ayudara a comprender y amar. Cerrar los ojos al egoísmo de los demás, luchando con la justicia y la práctica en el bien, ella os elevará al Padre en su crecimiento.

Solo esa voz sabiendo discernir, os enseña la senda del amor. Poner atención, trabajarla para vuestro progreso moral y espiritual.

Esa voz interior que tantas veces apartáis por comodidad y egoísmos, y no queréis escuchar porque es más fácil vivir en vuestra libertad de pocas ataduras renovadoras, de vuestro interior.

Solo la voz de vuestra conciencia os ayudara en el progreso evolutivo del espíritu. La fuerza renovadora del amor, practicado en el bien, apartando el egoísmo y la pereza.

Siempre os ayudara a elevar vuestro camino hacia el bien, renovando los corazones de otros espíritus que tenéis y viven a vuestro lado.

Sois vosotros, solo vosotros, quien debe de evolucionar, porque cada uno camina su sendero. Pero no olvidar que en el vais enseñando a otros hermanos encarnados y desencarnados.

Trabajar siempre escuchando la voz del amor en el bien, para ponerla en práctica renovando el mundo hacia las esferas de la luz. Trabajar amar y ser felices, viendo a los demás como lo son.

Que la paz siempre este dentro de vuestros corazones.