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En busca de un nuevo horizonte

Mensaje recibido el día:

28-08-2011

En busca de un nuevo horizonte.

En el horizonte se diviso una luz tan especial que todos los hombres marcharon hacia ella con la esperanza de un mundo mejor.

Los corazones se abrieron al amor y la paz era la verdadera alianza que unía a todos los espíritus de buena voluntad.

Llevados por un instinto tan especial brotaron sentimientos diferentes en cada uno, añoranzas, deseos de amar y sobre todo paz, esa paz que anhela el alma.

Esa paz que en el fondo de cada ser brota en su interior sin ser llevada hacia fuera. Los hermanos llevados por esa fuerza, fueron renovados con una sabiduría interior poco habitual en cada uno de ellos.

Era una fuerza que nos transportaba con ideas renovadoras, con una inteligencia tan especial y preparada hacia un mundo no muy lejano para todos los demás.

Hombres de buena fe siempre serán aliviados, porque el corazón brotara con una luz interior que será sacada hacia el exterior y llevada a todos los hermanos que habitan con la esperanza puesta en Dios, puesta en el bien.

Cada uno de vosotros seréis renovados, como la luz que en Pentecostés bajo hacia los apóstoles, la luz será emanada a todos por igual con el conocimiento de la verdad.

Sois hermanos, privilegiados en conocimientos por vuestra valentía en el bien hacia el amor. Confiar y amar, luchar contra las barreras del mal con gran ímpetu y seréis ayudados.

Solo con el gran deseo del bien llega ese preciso momento. Nunca olvidéis que el mal viene disfrazado de todas vuestras imperfecciones y sois vosotros los que tenéis que desenmascarar.

Solo con vuestra actitud lograreis el gran camino, que poco a poco os llevara al conocimiento del bien basado en el amor y deseo del hermano hacia la luz.

Nunca podéis cambiar a nadie, solo, a través de vuestro ejemplo y el conocimiento llegara hacia el hermano.

Mostrar la luz a los demás es la misión de todo buen espíritu, pero para alcanzarla sobre todo debéis cambiar cada uno en primer lugar.

Siempre hay ayuda en todo momento, no desesperéis y tener fe, la espera no será larga si dentro de vuestro corazón confiáis y amáis. Agradecer en todo momento lo bueno que hay a vuestro alrededor.

Y no os enfoquéis en lo malo y en lo superfluo, todo eso no sirve para nada, todo no es real, solo está en vuestras mentes y sois vosotros los que debéis de separar los valores de la vida.

Para poder llegar a los valores principales, los únicos que os llevaran a la luz del Padre. Luchar y mucho, pero solo con amor, esperanza y caridad. Nunca lo olvidéis hermanos, porque la luz se está repartiendo en todo momento.

Aprender a recogerla y caminar con la ilusión en el corazón. Mucha luz y paz os desea este espíritu, a los hombres de buena fe que desea la renovación de su espíritu y el amor hacia los demás.

Paz y amor para todos mis hermanos. Que la luz que os acompaña, la podáis descubrir y recoger hacia el bien. Amor y luz para todos.

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