La incomprensión

La incomprensión.

He aquí una palabra hermanos llena de un gran argumento para hablaros ¿Cuántas veces os habéis sentido incomprendidos? Por razones y causas ajenas a un propósito del que todo ser en la tierra ha vivido alguna que otra vez.

Esto muchas veces no ha sido por casualidad, puesto que la casualidad no existe, es un principio ajeno a todo ser, que inconscientemente se causo otras tantas, también  otras muchas son procesos de pruebas para vuestro espíritu que inconsciente no tiene una determinación de por qué y para qué.

Tantas veces ocultáis el rostro a la verdad que no os preparáis para esa conducta recta y activa hacia el bien.

Trabajo tenéis y poseéis cada día para comprender y después ser comprendidos, pero eso no debe de preocuparos pues en razón alguna es un acto de maldad sino de poca conciencia en el momento realizado, de ahí el trabajo interior vuestro.

Cuando se va adquiriendo más conciencia de las cosas y de las actitudes realizadas todo comienza a ser mas consciente en el ser, esto es una gran tarea a realizar porque tantas veces lo que os ocurre no lo comprendéis, y es un acto tantas veces realizado primero de vuestra propia conciencia.

Hoy hermanos vengo a transmitiros lo importante de cada momento, situación o acto a realizar, pues, en esa conciencia así podréis ser reflejo de lo causado en algunos momentos. Todo es importante, mucho más de lo que sentís o percibís, puesto que tantas otras hay lagunas que fueron creadas en vuestro propio consciente.

Debéis de elaborar un principio de buenos actos, porque ese conocimiento agrega y dispersa acciones mal realizadas ya que en ciertos momentos las hubo, pero no recuerda vuestra conciencia.

La comprensión hacia los demás es el acto más puro del que os podáis imaginar, puesto que derrota al orgullo y la crítica, es ponerse en el lugar del hermano y desear o hacer lo que a uno mismo le agrada que los demás hagan. Siempre se ha de comprender ese acto, pero no realizar ni aprobar si es delictivo y mal hacia otro hermano.

La comprensión es aceptar el grado de evolución de cada uno, y ser caritativo y justo dentro de la evolución de cada uno, es complicado y sencillo, ya que por vuestra propia bondad en el bien y crecimiento en el espíritu iréis comprendiendo y realizando.

Todo lleva su tiempo, tiempo que cada espíritu necesita. Pero la gran receta o respuesta es el amor, sublime y grande que todo lo comprende.

Quedar en paz hermanos, amar para comprender.

La luz que os ilumina…

Paz, amor y luz en el bien.