Las misas.
Alabado sea por siempre Señor, alabado sea Señor por siempre, por siempre sea alabado.
Hay salmos en las sagradas escrituras llenos de sabias palabras y de una bondad infinita, estos salmos fueron dados a los hombres para hacerles adorar a Dios, pero la realidad fue otra, pues Dios no necesita ser adorado ni alabanzas hacia Él. Él no es egoísta, ni mundano, porque todo en Él es puro amor.
Fueron dadas a los hombres para su propio beneficio porque en aquella época había mucha falta de espiritualidad y muy poco equilibrio. Se necesitaba elevar el corazón, elevar los sentimientos del amor y sobre todo hacer despertarlos en el interior de cada uno. Eran canticos sonados para aprender el espíritu, las cosas del espíritu y poder elevarlo por encima de lo terrenal hacia lo espiritual.
Aquellos canticos resonaban con tal armonía, que dejaba salir lo bueno de cada uno. Son canticos de amor y elevación, esa es la misión de ellos por encima de todo, el amor, pero no un amor solo para Dios, puesto que las alabanzas a Dios Padre son necesarias hacia el ser mismo para su crecimiento y Dios así lo quiere.
Amar a Dios sobre todas las cosas es amar al bien por encima de todo, es alejar el mal que rodea a la humanidad, es hacer crecer y evolucionar este planeta empleando la caridad, pero no esa caridad que muchos creen poseer por dar unas cuantas monedas. La caridad es mucho más, es practicar el amor sin barreras y sin barreras dar.
Cuando el ser humano, como humano busca lo espiritual, como espíritu que es, descubre un conocimiento dentro de su propio interior que le hace desear estar bien, progresar y avanzar en el bien, ya que ese sentimiento lo llena de paz y mucha comprensión a aquello que en otro tiempo lo tuvo parado y mal. Ya no desea otro estado, y las alabanzas a Dios salen con fuerza en energía pura de amor.
Los canticos son expresiones de felicidad, las palabras sobran y los sentimientos fluyen como algo natural, algo que siempre estuvo ahí, pero que no había encontrado el modo de descubrir. Tuvo que pasar pruebas de superación para poder sentir, fue explorado para conocer como un terreno nuevo, virgen, pero de fácil acceso, solo que por propia voluntad hubo que caminar mucho para poder andar y lograr.
Una vez descubierto todo se muestra más fácil a los ojos del espíritu, pues las dificultades siguen ahí, solo que ya aprendió a superarlas y el camino se torna mucho más fácil.
Hermanos, entonar salmos de amor dentro de vuestro interior, elevar vuestro corazón a Dios y llenaros de paz y amor, para que esos salmos lleguen a todo aquel que este a vuestro lado y con el pensamiento hacia todos los demás, aquellos, que tan necesitados están de encontrar ese camino de amor y paz.
Quedar en paz hermanos.
Hermanos de la caridad.