Mensaje recibido el día: | 28-07-2014 |
Lazos de felicidad.
Os preguntáis muchas veces como alcanzar la felicidad; analizáis respuestas que están ocultas y no os dicen nada, quedan vacías, paradas, a veces incluso reprochadas por vosotros mismos y es que la felicidad pura y verdadera es mucho más simple de lo que veis, pensáis o analizáis.
A veces es incomprendida según los ojos de mira, otras muchas es rechazada por cosas muy mundanas. ¿Dónde está en realidad? En las cosas más sencillas de todo. La realidad de ella supera a la ficción que muchos puedan tener, porque esa felicidad mundana no llena nada más que unos instantes, está vacía y hueca.
Esa es corrompida y engañosa, muchas veces llena de ataduras, esa es la de muchos corazones materializados y llenos de puro egoísmo hacia su propio yo, esa hermanos no hace feliz, solo empobrece el alma por estar pegados a ella, esa felicidad engañosa es dañina con el tiempo.
La verdadera felicidad es sencilla, noble y llena de verdadera luz, es sencilla y no se agota, nace en lo más profundo de cada situación, nace del alma y enriquece al espíritu de los demás, es noble, alegre y humilde, entrelazada unos a otros brilla por su sencillez, esa que no se esconde ni ahoga en el egoísmo, pura como la sonrisa y la mirada de un niño.
Cuando despertamos a la vida con los ojos del alma muchas veces sufrimos sufrimientos de ver a los otros sufrir, de sentir las injusticias del hombre, de querer transformar a la humanidad y no poder, todo eso ahoga la felicidad de los corazones nobles.
Pero la buena felicidad ama, confía en la justicia del ser, en la justicia de Dios. El solo nos hizo para amar y ser felices, para crecer y sentir la presencia de lo divino como verdaderos hijos suyos, el hombre empaña y la destruye.
Por eso hermanos buscarla en la sencillez, amar en la luz, comprender en cada momento porque todo al final del camino encuentra su verdadero sentido de todo y por todo. La vida es una escuela de crecimiento hecha de, el mismo dolor solo producido por el hombre.
Elevar el espíritu hacia Dios, hacia el bien y sonreír sin perder la fe y la esperanza, solo así hallareis la felicidad en la sencillez, en las pequeñas cosas que os enlazan hacia El, vuestro espíritu está hecho para progresar y ser feliz, el sufrimiento solo es del hombre, enriqueceros en el bien y ser felices compartiendo esa felicidad con todos los demás.
Una persona feliz transmite una fuente de luz y energía enriqueciendo y dando fuerza a todos.
Recordar que la felicidad solo se encuentra en las cosas más sencillas y nobles, puras y llenas de amor, mostrando una fe puesta solo en el bien por el bien.
Ser felices hermanos siempre.