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Templanza

Agotada

Agotada.

Mi cuerpo y mi alma se sienten así ¡agotada!

Es una definición bastante popular ahí en la tierra, en el espacio esta definición es diferente porque cuando has vencido todo intento y no has logrado ese propósito, bueno y beneficioso para los demás y en especial para ti, existen otros recursos muy especiales para poder continuar y no entrar en ese estado de agotamiento.

Esta palabra es definición de la tierra y equivale a haber perdido bastante la esperanza de haber logrado la meta o propósito.

El espíritu se siente tan cansado muchas veces por sus anhelos esperanzadores, pero esos anhelos muchas veces, la mayoría de veces, traen otros propósitos diferentes al que cada uno quiere.

La vida es un consuelo, la muerte, debe de ser la meta de ahí de la barrera de los caminos adquiridos o logrados en ese estado para poder continuar otra evolución en el otro plano.

La astucia que el hombre pone y propone no es comparable a nada, no lleva ni requiere ningún compromiso. La lealtad en las obras bien hechas y logradas, es lo que de verdad importa y el agotamiento es un estado de decadencia no logrado ni aspira a nada bueno.

El ánimo es y debe de ser, porque lo es, algo muy importante, un estado del cual se debe lograr ser alcanzado en todo momento.

Las penas no deben de adquirir mayor relevancia, pues son estados opuestos a la verdadera causa o razón del porvenir o futuro encuentro establecido con las leyes espirituales.

La convivencia realizada en diferentes planos terrenales os hace creer en la poca bondad y afinidad con vuestros propios propósitos. La confianza venidera en todo lo positivo, afectivo y bien, os hará poder crecer y evolucionar. Estas barreras siempre son cosechadas del buen sentido común que podáis ver y ser alcanzado, no malogréis la esperanza ni la confianza y estar susceptibles a cada ocasión y momento de desarrollo común en todas las cosas.

Establecer buenos padrones de conducta y amar en todo momento para poder lograr cada propósito construido en el bien y para el bien mismo.

Quedar en paz.

Confiar y amar.

No desesperar.

Con amor y luz, la paz del camino hacia el espíritu.

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