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La luz siempre está ahí

Mensaje recibido el día:

22-11-2013

La luz siempre está ahí.

Cuando la mañana se oscurece, cuando la luz deja de brillar, cuando los sonidos se apagan, cuando la voz no se escucha. Todo ya no está; solo un rayo de luz ilumino ese instante, solo un rayo de luz devolvió la fuerza a todos los corazones tan apagados como estaban.

¡Cuánto amor desteñido y sucio a la vez! dejando secuelas inolvidables para muchos. Esos amores son puro egoísmo, que encerrado en su misma obsesión no permite ver con claridad y demostrar la verdadera esencia de lo que esa palabra significa en realidad.

Esa entrega máxima sin pedir nada a cambio, con el mayor de los respetos hacia los demás. Esa entrega divina de lucha constante por el bien. Solo es amor puro y sincero.

Cuando la luz se apaga en una persona es reflejo de su poca esperanza, porque nunca sois antorchas consumidas, sino brotes de luz  en constante movimiento, solo con una razón lógica, pues según vuestra propia limpieza la lámpara de vuestro interior así brotara.

Esas pequeñas chispas de luz siempre están ahí, siempre a vuestro lado, son vuestros guías tratando de que salga de vuestro interior la fuerza del bien hacia vuestro exterior. Solo así podáis construir esperanzas de luz a todos vuestros hermanos.

Esa luz que ilumina por donde pasa un alma buena enriquece y ayuda sin apenas darse cuenta ella misma.

 Eso es el trabajo construido a lo largo del tiempo, siempre vuestro tiempo, en donde vuestras propias construcciones es la fuente de vida, de otras vidas, de muchas vidas, pero siempre que sean construcciones de ese amor puro que es vuestra propia esencia. Solo de esa manera será luz hacia los demás, y muchos, escondida y tapada la lleváis.

Ese brote, esa fuente de construcción sea el mejoramiento vuestro propio, que de forma gratuita deis y donéis hacia todos los demás.

Siempre se repite ser fuente de luz. Pero ser conscientes que es la única fuerza de vuestro progreso, en donde la felicidad será vuestra compañera de viaje, porque solo el bien enriquece el alma llenándola de paz y tranquilidad.

Ahora son tiempos duros, pero no olvidar que la luz nunca se apaga, no apagarla vosotros y no olvidar que la esperanza es el tiempo necesario para llegar al final del camino, en donde la luz brillara según vuestro propio esfuerzo, pero en mayor o menor medida o escala esta siempre ahí,  esperando ros con los brazos abiertos como una madre espera ver a su recién nacido para estrecharlo entre sus brazos y donarle solo amor, y más amor.

Fuerza y ánimo para todos, la luz del camino siempre os ilumina.

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